La tarta está cubierta con una
ganache de chocolate negro, y una segunda capa a la vista de
buttercream suizo blanco con un toque aromático de fresas. Su decoración es sencilla pero elegante, con pequeños discos blancos de fondant que ascienden desde la base hasta la cima, creando un efecto visual en espiral. En la parte superior, una
corona de frutos rojos, que incluye fresas, frambuesas negras y arándanos, añade el toque de frescura y color. Completa el diseño el número
50 en dorado.